James, 2008…

1 10 2011

En abril de 2008 vi a James en La Riviera de Madrid. Fue la noche en la que comprendí muchas cosas que agradezco haber comprendido a tiempo. Ellos habían regresado tras un hiato de dos años. Y yo volví a mi vida después de más o menos ese mismo tiempo de extravío. Todo quedó en su sitio. Todos habíamos entendido cuál era nuestro lugar. También James, que recuperó su formación con los siete miembros originales y desde entonces ha publicado tres elepés: Hey Ma!, The Night Before, The Morning After. Ya no son quienes fueron, pero permanece intacto su gusto por la música y por seguir juntos y volver a disfrutarla. Cosas que se pierden en la rutina de las costumbres; y hay que perder para saber cuánto vale recuperarlas. Enseñanzas ineludibles. Errores que nos persiguen. A estas horas y pese a que prevalecen los recuerdos sobre la actualidad, James siguen siendo radicalmente necesarios en la arquitectura de nuestros días. Hace menos de un año viajé a Londres para ver un concierto suyo en el Forum de Hammersmith. Dentro de un rato los veré por tercera vez, esta vez en el jardín trasero de mi casa, como el que dice. Bajo la catarata de su música todo parece otra cosa. Y ahí queremos quedarnos.

Quedan menos de dos horas… Y ahí voy.